Hasta el día de
hoy, el capitalismo fundo sus bases en el concepto de la productividad,
utilizar recursos para obtener bienes y servicios en cantidades superiores a
los que se consumen, para producirlos. A
su vez, el consumo se ha convertido en una constante innovación haciendo un
abanico gigante de opciones a la hora de elegir bienes y servicios. Por otro lado,
es evidente que la era de los combustibles fósiles, puede estar llegando a su fin
y por ello surgen palabras como reciclaje, energías renovables, auto-sustentabilidad.
En este marco,
Jeremy Rifkin nos coloca para enumerar los 5 pilares hacia la tercera
revolución industrial.
·
La
transformación hacia la energía renovable.
·
La
transformación del parque de edificios de cada continente en micro centrales
eléctricas que recojan y reaprovechen las energías renovables.
Aquí
podemos encontrarnos con un primer paso hacia las micro centrales eléctricas, y
quizá un poco más explorado en la actualidad: Las casas auto-sustentables.
·
El
despliegue de la tecnología del hidrógeno y de otros sistemas de almacenaje
energético en todos los edificios, y a lo largo y ancho de la red de
infraestructuras, para acumular energías como las renovables, que son de flujo
intermitente.
·
El uso de
la tecnología de Internet para transformar la red eléctrica de cada continente
en una “interred” de energía compartida que funcione exactamente igual que
Internet.
En este
caso, millones de edificios podrán generar localmente -in situ- pequeñas
cantidades de energía y podrán vender los excedentes que reingresen en la red,
compartiendo esa electricidad con sus vecinos continentales.
·
La transición de la actual flota de transportes
hacia vehículos de motor eléctrico con alimentación de red y/o pilas de
combustible, capaces de comprar y vender electricidad dentro de una red
eléctrica interactiva continental de carácter inteligente.
En este caso, podemos señalar a la problemática del
transporte, muy en especial de los coches. Por ello, apuesta también por los
coches eléctricos y el desarrollo de tecnologías de almacenamiento, basadas en
la tecnología del hidrógeno o similares para aumentar la autonomía.
Aquí es donde aparece el poder lateral, que según Rifkin, es la
capacidad transformadora de quienes son capaces de poner en práctica el nuevo
modelo comunicativo-energético. Es la alternativa al poder vertical propio de
las sociedades basadas en la 1ª y 2ª revolución industrial, cuyas empresas y
gobiernos tienden a la centralización, a la concentración, a la apropiación
excluyente de los recursos y al ejercicio autoritario del poder, de arriba
hacia abajo.
En España, un proyecto de ley del año 2013 proyecta obligar a los
consumidores a pagar por la electricidad limpia que generan y utilizan ellos
mismos, una medida inédita en todos los demás mercados. El nuevo
proyecto de ley sobre el consumo de energía incluye una tarifa por la
electricidad generada por los paneles solares u otras fuentes de energía
renovable y utilizada in situ, muestra el texto. El borrador ha siendo revisado
por el organismo regulador del sector, la CNE. Por su parte, las empresas de
servicios eléctricos estadounidenses han intentado limitar los pagos por
energía solar de techo en tanto son obligadas a abonar la energía no utilizada
in situ a los productores.
El
proyecto hará que la energía solar autogenerada sea más costosa que la
electricidad comprada de la red, lo cual volverá antieconómicos a estos
sistemas y demoliendo la teoría de Rifkin. En contra de este polémico proyecto,
la Comisión Europea ha solicitado formalmente a España tomar medidas y
garantizar el pleno cumplimiento de las normas de la UE en materia de energías
renovables. La Comisión ha enviado un dictamen motivado a España (primer paso en el proceso de expediente) por no informar a la
Comisión Europea sobre la transposición completa de la Directiva sobre energías renovables (Directiva
2009/28/CE). La ley tuvo que ser aplicada por los estados miembros el 5 de
diciembre de 2010. Sin embargo, España (al igual que Italia) no han informado a
la Comisión de todas las medidas de adaptación necesarias para la transposición
completa de la Directiva a su legislación nacional.
Quizá los costos de las capacitaciones en dichas energías no permitan la accesibilidad y la generalización del conocimiento, colocando una barrera hacia donde nos intenta llevar Rifkin y volviendo a evaluar los 5 pilares de la tercera revolución industrial.
La Tercera Revolución Industrial busca una transformación profunda de
las relaciones sociales, sustituyendo la competitividad de los mercados por una
nueva era de relaciones colaborativas, quizá el cambio más profundo a
implementar.
Por ello para Rifkin el proceso es aún lento, reclama que se hagan ya apuestas decididas y se dejen a un lado los meros proyectos piloto, pues el tiempo apremia y si no se avanza decididamente en esta dirección corremos el riesgo de una crisis medioambiental apocalíptica, en forma de aceleración del calentamiento global, como consecuencia de los procesos de retroalimentación positiva del planeta.
Para avanzar en esta dirección es fundamental la sensibilización social y la participación activa de los ciudadanos, además del firme compromiso de los gobiernos. Aunque el lobby de las industrias basadas en el petróleo, el uranio y los materiales escasos son poderosos, también hay gobiernos de países desarrollados y empresas que empiezan a tomarse en serio esta alternativa.
Por ello para Rifkin el proceso es aún lento, reclama que se hagan ya apuestas decididas y se dejen a un lado los meros proyectos piloto, pues el tiempo apremia y si no se avanza decididamente en esta dirección corremos el riesgo de una crisis medioambiental apocalíptica, en forma de aceleración del calentamiento global, como consecuencia de los procesos de retroalimentación positiva del planeta.
Para avanzar en esta dirección es fundamental la sensibilización social y la participación activa de los ciudadanos, además del firme compromiso de los gobiernos. Aunque el lobby de las industrias basadas en el petróleo, el uranio y los materiales escasos son poderosos, también hay gobiernos de países desarrollados y empresas que empiezan a tomarse en serio esta alternativa.
Al mismo tiempo que el planeta se deteriora y millones de personas
sufren las consecuencias del calor insoportable, la falta de agua y alimentos,
las fenómenos atmosféricos cada vez más destructivos, la violencia social
derivada de todo ello, el papel de los gobiernos y de los Estados es
fundamental para transitar de la Segunda a la Tercera Revolución Industrial, la
iniciativa privada por sí sola es insuficiente, pues es a través de la inversión
pública como se pueden generar las condiciones adecuadas para que las empresas
se orienten en esta dirección.
Fuentes: